House of X #5
“Society”
Escrito por Jonathan Hickman
Arte por Pepe Larraz
Color por Marte Gracia
Letra por Clayton Cowles
Diseño por Tom Muller
Edición por Annalise Bissa & Jordan D. White

Cuando hablamos de los “grandes hits” dentro de la franquicia de los Hombres X de Marvel Comics, nos referimos inmediatamente a sagas o arcos argumentales que trascendieron gracias a su esfuerzo consciente por definir una identidad propia, y en el amplio sentido de la palabra: separándose rápidamente de sus predecesores, ofreciendo tanto ideas nuevas con una estética visual propia y dando saltos descomunales en el storytelling. Aún y cuando House of X tiene en su reparto a personajes más grandes que la vida misma y que hemos leído y visto durante décadas, no deja de sorprendernos con actitudes, conceptos y caracterizaciones distintos a lo acostumbrado. Sin darle vuelta a su robusta historia, le hace un reconocimiento pero no se detiene a analizarla y a contarla de nuevo, dejando claro que la hemeroteca está al alcance de todos pero que no piensa en reiterar lo ya conocido.

“And that’s the one good thing humans taught us: Society.”
— Magneto.

En esta ocasión, este tomo ahonda de manera ingeniosa en la nueva cultura mutante que tanto Charles Xavier como Magneto han impulsado a lo largo de una década en esta reinvención de los X-Men a cargo del escritor Jonathan Hickman. Este tomo número cinco es realmente denso, proveyendo al lector de un marco conceptual muy interesante y atractivo a la vista, gracias al esfuerzo de Paco Larraz, Marte Gracia y Clayton Cowles, que lo vuelven emocionante, provocativo y sumamente peculiar. La nueva nación mutante es vasta, repleta de diversidad, colorido y nutrida de elementos en principio tribales y que poco a poco comienza a evolucionar a través de cimientos muy importantes y de tipo ideológico, político, comercial y geográfico. Este “world building” pone de manifiesto un plan a largo plazo, dispuesto a quedarse y que obviamente ha contado con la aprobación de los fans.

House of X #5 pone sobre la mesa un caso más del conocido adagio comiquero de “no hay personajes malos, sólo malos escritores”. Hickman les da a supporting characters de reciente creación y otros largamente olvidados (Goldballs, Elixir, Hope, Tempus y Proteus) de un nuevo propósito y una importancia mayor en el nuevo orden impuesto por los mutantes, siendo parte de un complejo “motor de resurrección” que le abre la posibilidad a Xavier y a Magneto de convertir a la raza mutante en la población dominante sobre la Tierra.

Este high concept es una aportación al mito de los X-Men muy importante, y le da un vuelco total al siempre criticado trope de traer de vuelta a la vida a personajes de maneras poco ortodoxas. Con ello, los mutantes que murieron en la misión suicida en los capítulos previos están de regreso, siendo recibidos como héroes por sus amigos y la población mutante que habita la isla de Krakoa. El diseñador Tom Muller presenta de forma elegante un sistema de amplia documentación, preparado para eventualidades y con límites, dilemas éticos y riesgos muy definidos. Su existencia abre paso a posibilidades narrativas de amplio alcance en este nuevo mito para los Hombres X.

Acto seguido, Hickman pone a sus personajes de nueva cuenta en el tablero geopolítico—algo que se había dejado de lado desde el tomo #1. Emma Frost es ahora una embajadora para la nación mutante, y ha conseguido para ellos el reconocimiento de Krakoa por las Naciones Unidas—aunque se deja en el aire si fue a través de manipulación mental sobre los miembros de dicho consejo. Muller expone a través de un mapa mundi las consecuencias de este cisma, estableciendo gráficamente a las alianzas y rivalidades comerciales que implica la aparición de este nuevo país.

Como colofón a este nutrido relato, se redondea la idea de Krakoa como una nación incluyente al abrir las puertas a quienes con el paso de los años se habían posicionado como antagonistas a la ideología de Xavier: villanos como Exodus, los Acólitos, Mr. Sinister, el Hellfire Club, terroristas como Gorgon, Random y Emplate, lobos solitarios como Marrow, además del déspota Apocalypse. Ha llegado un momento de tregua y, posiblemente, una guerra fría ahora que todos comparten una misma casa.

De esta manera, House of X #5 deja sembrado en el camino numerosas vértices y escritas bajo reglas inquebrantales, propias de un equipo creativo de gran talento, poseedor de una visión sumamente clara, y que pretende trazar su propia dirección.

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