Kamikaze Comics

Una confrontación entre la tradición y lo contracorriente operando bajo un molde comercial sin compromisos, por cortesía de Joe Casey.

… Let’s start with a fresh storyline, a completely different feel and allow people a chance to get to know the cast on the run again. That’s how we play ‘continuity’ as we gently lay it to rest and replace it with er… ‘superconsistency’.”
— Grant Morrison.

Vengeance
Miniserie de 6 tomos
Escrita por Joe Casey
Arte por Nick Dragotta
Color por Brad Simpson
Portadas por Gabrielle Dell’Otto
Publicado por Marvel Comics

Vengeance es un híbrido extraño, una novedad llena de seguridad, confianza plena, orgullosa de su naturaleza excéntrica y su uso rebuscado y a la vez elegante e inteligente del lenguaje. Una narrativa fragmentada que expone diversos elementos literarios en múltiples instancias de tiempo, con esbozos de “channel-zapping” comics, escudriñando secuencias inconexas, desarrollos de personajes a término medio, abofeteando al coleccionista empedernido, ávido de encajar todos sus preciados tomos en un modelo cohesivo que complazca su obsesividad-compulsividad por un orden perfecto que describa las conductas de sus personajes predilectos en un patrón coherente y progresivo, natural.

Vengeance sirve a dos maestros, a La Bestia y a La Sensibilidad Artística, donde ésta última se impone, sugiriendo (mas no dejando claro) un dejo de “tradición” a la mentalidad estructurada del fan de los comics de superhéroes y sus obsesiones con el control del comportamiento ‘in-character’, ‘in-universe’.

Sin embargo, su voz autoral se sale con la suya: Joe Casey establece esa ilusión al situar a su historia dentro de la línea de tiempo actual del Universo Marvel y sus personajes de ficción. Este “window dressing” cumple su objetivo de llevar al lector a una aparente zona de confort, consintiéndolo, y estableciendo a su obra como relevante.

“OK, just for the hell of it…
I plan on continuing to twist and contort the biggest icons in the industry to suit my own selfish and perverse needs. When expectations are at their highest, I will most likely throw a curve ball that dashes all hopes. I’ve done it before. And when no one is looking, I’ll be doing some of the most exciting work of my career on these old, dusty characters. I will alternate equally between alienating the core fanbase of each series and then giving them the slickest versions they’ve ever seen. I’ll be reaching out for the next generation of readers and giving the old farts a perfect opportunity to move on. How’s that for an answer? To sum up: Blah, blah, blah… hype, hype, hype… buy, buy, buy… sell, sell, sell…”
— Joe Casey; Loose Cannon, issue #20 ComicBookResources.com, 25 de mayo de 2001.

Y es que Vengeance es relevante: Vengeance abraza (a su manera) las formas, juega bajo los parámetros con los cuales los comics de superhéroes son puestos en la báscula de la importancia.

Casey nos demuestra una máxima más que obvia: Continuity = Good y What If? = Whatever.

Pero Casey es un experto para colocar a sus series en el umbral de lo servicial a lo desafiante, de formular experimentos interesantes con la forma y fondo del comic de superhéroes, donde lo hip y el retro-pastiche forman un amalgama que generan un valor agregado para la audiencia, saciando el apetito de La Bestia de la ficción serializada — continua, inamovible, sagrada, bajo el pedestal de lo clásico — pero logrando al mismo tiempo que su Sensibilidad Artística quede intacta — sin compromisos, sembrando ideas, adquiriendo adeptos y dando de qué hablar.

Esta dualidad hace de Vengeance un producto recomendable, que respeta el status quo, pero lo presenta de maneras radicalmente sutiles, donde tenemos como ejemplo a un supervillano como Magneto experimentando role reversals a lo previamente establecido, y que Casey aprovecha para colocarlo en una situación que claramente parece fuera de personaje, pero que pasa desapercibida gracias al gran estilo que el autor usa para plasmarla de una forma atrayente. Esta genial obra provee muchísimos más instantes de estos, metiendo a los queridos juguetes de la Marvel en enredos que van de lo común y banal a lo bizarro e inexplicable, a lo largo y ancho del espacio-tiempo.

Este tipo de libertades hace recordar a la “superconsistencia”, acuñada por Grant Morrison en el año 2000, que deja de lado la obsesión por el control y permite que los personajes se comporten acorde a lo que les sucede DENTRO de la historia y no a lo que aconteció años ATRÁS.

La continuidad impone límites. La superconsistencia le otorga a la obra y al elemento de ficción el que sea más personal, más honesta y sin ataduras. Un lienzo en blanco de grandes posibilidades.

Vengeance ofrece una carga de sexyness inusitada. Una gran confianza donde el choque generacional ofrece oportunidades narrativas para confrontar puntos de vista, ofreciendo un comentario sobre el imperante tradicionalismo en el género de superhéroes, y de cómo la aparición de sangre joven cuestiona esos métodos arcaicos, pero añadiendo una pizca del “Marvel approach” de antaño, donde el conflicto y drama interno define la dirección de los protagonistas. Ese cuestionamiento de nuestro lugar en el mundo que trajo a la palestra Stan Lee en los albores del Universo Marvel en los 60s se mantiene como sello distintivo, una relación de amor-odio entre lo novedoso bajo un aderezo familiar, reconocible.

Esta frontera entre lo seguro y lo riesgoso ha sido el sello característico de Casey en la última década, donde series como Automatic Kafka, Wildcats 3.0, The Intimates, Gødland, The Last Defenders, Dark Reign: Zodiac y Final Crisis Aftermath: Dance, son ejemplos definitivos de su concienzudo estudio por crear historias realmente retadoras dentro del molde corporativo del mainstream.

Un ejemplo claro de esta amalgama se da dentro de las páginas de Vengeance, que le ofrece a los lectores la oportunidad de digerir y aceptar la (irreverente) idea de un mashup entre el longevo catálogo Marvel y el incierto y comodizado mundo contemporáneo.

Justin Bieber + The In-betweener = ’nuff said!

Este estado de fuga es reforzado por el estilo de dibujo de Nick Dragotta, que grita “retro” a los cuatro vientos — una combinación exquisita entre Harry Lampert, Carmine Infantino, Don Heck, John Buscema, Jim Steranko, Paul Pope y Darwin Cooke — pero que se siente adecuado para contar este curso de colisión entre lo rígido y lo off-beat con lo mundano y lo cósmico.

Vengeance introduce de una forma original el conflicto entre lo nuevo y lo viejo y su irremediable interdependencia y mutua influencia, con un reparto de jóvenes personajes con una críptica agenda para salvar al mundo (y quizás al continuum entero) de la ‘amenaza de la semana’ en el Universo Marvel. Sin lugar a dudas un relato de bajo perfil que le permite a Joe Casey mantener su tónica autoral, dando por sentado que el medio de los comics tiene áreas de oportunidad por descubrir, aún y cuando opere dentro del modelo comercial.

A really fucking good comic is what I’m saying.

“… the opportunity to do whatever the hell we want to do. This is kamikaze comics.”
 Joe Casey.

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