S.H.I.E.L.D. Vol. 2 #5

“Chapter Five: Yesterday. Today. Tomorrow.”

S.H.I.E.L.D. Vol. 2 #5
“Chapter Five: Yesterday. Today. Tomorrow.”
Escrito por Jonathan Hickman
Arte por Dustin Weaver
Color por Sonia Oback y Dustin Weaver
Letra por Todd Klein
Portada por Gerald Parel
Producción por Irene Y. Lee & Nick Russell
Edición por Kathleen Wisneski, Daniel Ketchum & Nick Lowe

Publicada por Marvel Comics, la serie de S.H.I.E.L.D. reinterpreta a los exponentes artísticos, científicos y figuras más destacadas a lo largo y ancho de la historia antigua y contemporánea de la humanidad, y los integra en historias del corte clásico de superhéroes. Este excelente comic es todo un tour de force, lleno de giros característicos de la ciencia ficción, con un alto índice de acción épica y consecuencias de gran dramatismo.

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SINOPSIS

Como en todas las cosas que tienen que ver con los eruditos de la Hermandad de Shield, este conflicto que se avecina desafía el sentido común:

Es el año 2060, y representa tanto el Pináculo de la Modernidad, el Renacimiento del Hombre como el Fin del Mundo. En estos tres posibles futuros, los últimos Califas Hasan, Hamza y Haider Ibn Al-Haytham son testigos y protagonistas de una batalla sin precedentes, en donde el común denominador es la victoria inminente del diabólico Isaac Newton, quien desea convertirse en el único sobreviviente de lo que el porvenir le tenga deparado al planeta Tierra.

La saga en imágenes: 2060

La amenaza del Celestial enloquecido es contenida gracias al sacrificio del Califato, de Nikola Tesla, de Mina, de Howard Stark y Nathaniel Richards. Estos héroes entregan sus vidas sin titubeos en una batalla que es tanto cruenta, desoladora y sangrienta, dándole a Michelangelo la oportunidad y el tiempo suficiente para completar la construcción de la llamada ‘Maquina Humana’.

Ante la mirada atónita de Newton, el joven Leonid se adentra en ella dispuesto a cumplir su destino y a terminar de una vez por todas con las ambiciones de su maléfico padre…

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REVIEW

“Well, it’s true, this doesn’t have anything to do with the Lindbergh baby, but without a doubt the real crime of the century is how long we’ve been sitting on this amazing Dustin Weaver art. Someone should definitely go to jail. Which I’m cool with as long as it isn’t me.”
— Jonathan Hickman.

A pesar de una larga ausencia, este comic regresa a tambor batiente, cumpliendo nuevamente su promesa de ser una historia épica, densa y con giros en la trama verdaderamente alucinantes. Como un aperitivo a este quinto tomo, Marvel puso al alcance del público un compendio del Volumen 2 titulado “The Rebirth”, que reedita los cuatro capítulos previos (recuadro, derecha).

S.H.I.E.L.D. #5 denota un gran sentido de novedad al mostrarnos tres historias que se suscitan de manera concurrente y que coalescen en sus instantes finales para catapultar a la trama a un clímax muy efectivo. Ambos autores aciertan al presentar este relato bajo un ritmo frenético, sin preámbulos innecesarios y fluyendo a la perfección a pesar de que el capítulo anterior haya sido publicado siete años atrás. Esto nos habla de un equipo creativo en la cúspide de sus respectivas carreras, con una madurez y entendimiento mutuo de su talento y capacidad como narradores. El combate entre la Hermandad y Newton en tres futuros alternos ocupan cada una un tercio de la página, todas bajo perspectivas diferentes y sin ser reiterativas una de la otra, dando como resultado un esfuerzo de creatividad plena y con sorpresas de gran emoción.

Dustin Weaver reveló tiempo atrás que este tomo #5 fue elaborado en el lapso comprendido entre Julio de 2012 y Abril de 2013, bajo el tradicional “método Marvel”, en donde el ilustrador y guionista trabajan en conjunto para bosquejar el contenido de la historia; el arte secuencial es creado en un inicio y los diálogos son incorporados posteriormente. Esto le permite al artista la libertad de plasmar todo lujo de detalle sobre la página y conducir a la narrativa en un alto porcentaje. Una vez hecho esto el escritor tiene la oportunidad de apreciar el producto final, corregir e incorporar el texto en espacios selectos con gran economía y sin estorbar sobremanera el trabajo de su colaborador.

En momentos selectos, Weaver compartió sus avances poco a poco a través de su blog, dando detalle de las razones de los retrasos—en los que se incluyó una operación en la vesícula que lo incapacitó durante un mes:

“This issue is kind of crazy. It’s three timelines playing out simultaneously was kind of an experiment. Jonathan’s initial outline for the issue was really open, basically just stating the concept. It was kind of like: “Page 2: In timeline 1, maybe this person dies. In timeline 2, this person dies, and then timeline 3, same thing.” Then it would say: “Page 4: In all three timelines Nostadamus gives a prediction.”

As you can see, that left a lot up to me. Rather than create images that depicted large battle scenes where everyone is fighting at once and there’s no focus on any one person or fight, I decided to explicitly pace out each battle action to action. Another thing that makes this issue different is that the whole thing has a fixed kind of layout format… three color coded tiers. […] It made more sense for me to just start sketching each shot in my sketch book without any regard for how these images would fit with one another on the page.

I then scanned all of my sketches and arranged them on a page in Photoshop. This would not be a great method if I were doing really design-y pages. What it is good for is creating clean panel to panel storytelling with an emphases (sic) on pacing and rhythm. You can fine-tune each panel, alter the space it takes, shift its contents around within that space. I wanted to give each battle a real story.

After I get the panels all where I want them, I then print the layout in light blue to be drawn over, and with this whole issue I’m doing the pages almost as big as comic pages are typically drawn. The reason I’m going big for this whole issue is because there are a lot of small panels and I want them to look good. This presented some fun opportunities for having the timelines juxtapose and echo each other. It was also a challenge to figure out when the timelines sync up.”

La colorista Sonia Oback elige de manera inteligente tres tonos distintos para diferenciar a estos combates mortales entre héroes y villanos. A la vuelta de cada página las capas de azul, verde y rojo que envuelven a la historia evolucionan con una viveza notable, dejando ver que esta guerra ha alcanzado un punto álgido de grandes repercusiones.

De esta manera, S.H.I.E.L.D. #5 se consolida como un relato de gran inventiva, presencia, fatalidad y sentido de asombro, y cuyo curso narrativo continúa a una gran velocidad a pesar de su notable retraso en su calendario de publicación. Su reaparición en 2018 no se siente fuera de lugar sino todo lo contrario: este comic está más vivo que nunca y ocupa nuevamente un lugar de privilegio como una de las sagas más innovadoras, desafiantes, divertidas y memorables dentro de Marvel Comics. Una auténtica serie de culto que sigue vigente.

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SIETE AÑOS SIN S.H.I.E.LD.

“S.H.I.E.L.D.’s long hiatus, like the feeling of unfinished business, has been a nagging presence in the back of my mind. Finally having it out in the world will be very gratifying. I’m proud of it and excited to finally share the last issues. Having it out will also be a relief. I think now my spirit can go into the light and I won’t have to keep haunting Jonathan Hickman.”
— Dustin Weaver.

Entre diciembre de 2011 a mayo de 2018 ocurrieron muchas cosas dentro de la industria de los comics. En todos estos estos años sin S.H.I.E.L.D. vimos como DC Comics relanzó a toda su línea bajo el slogan de “The New 52”, un enfoque narrativo completamente nuevo a fin de llegar a un mercado distinto, neófito, reemplazando inmediatamente al comic de autor por uno bajo el escrutinio y control de los editores. Por otro lado, Marvel apostó con el sello de “Marvel NOW” por una nueva generación de guionistas, series de publicación mensual pero de corta duración y un énfasis en la diversidad cultural y racial a través de personajes nuevos, tratando de capturar al zeitgeist.

La propiedad intelectual de las publicadoras mainstream saltaba a la palestra tras el hitazo taquillero de la película de Avengers en 2012, trazando un camino en donde la adaptación cinematográfica del comic tomaría una influencia notable sobre las ediciones impresas.

Con ello, autores como Jonathan Hickman se convertían en los “Arquitectos” del futuro inmediato para la editorial, alcanzando así un estatus de superestrella dentro del medio. Con títulos como Ultimates, Ultimate Hawkeye, Ultimate Thor, Ultimate Fallout, Avengers vs. X-Men, Fantastic Four, F.F., S.H.I.E.L.D., Secret Warriors, Avengers, y series independientes tales como Secret, The Red Wing, The Manhattan Projects, East of West, God is Dead y The Dying and the Dead, su presencia en el mercado era total.

Y es aquí donde comienzan los problemas.

Llamarlo como la “implosión” de Jonathan Hickman sería exagerar, pero tanto las redes sociales como los medios especializados llegaron a notar una saturación de trabajo en este guionista, afectando radicalmente a todas sus obras de corte más personal. Avengers se convirtió en una prioridad máxima para él y más aún cuando había que coordinar esfuerzos no solamente con un título individual sino en CUATRO: Avengers, New Avengers, Avengers World y la miniserie de Infinity, dejando claro que no había espacio para más.

En el lapso comprendido entre 2012 a 2014, comics tales como S.H.I.E.L.D. pasaron a un segundo término, y ni se diga sus obras de autor publicadas por Image Comics. Proyectos como PLUS—un conjunto de miniseries y novelas gráficas multigénero—quedaron completamente en el olvido. Comics de tiraje mensual como East of West se conformaron con apariciones esporádicas, y una serie como God is Dead (bajo la editora Avatar Press) fue abandonada tras solamente 6 tomos, dejándole la estafeta al escritor Mike Costa. Fuertes rumores hablaban de conflictos con el ilustrador Nick Pitarra en el título de The Manhattan Projects, ante su negativa de cambiar de un formato mensual a uno de series limitadas y autocontenidas, abandonando ambos el comic tras no alcanzar un compromiso mutuo para sacar a flote a esta publicación. En el caso de The Dying and the Dead—junto al artista Ryan Bodenheim—el autor reconoció haberse equivocado al publicar esta obra en tamaño doble, desvaneciéndose la expectativa de contar con el comic mes a mes.

Dado que S.H.I.E.L.D. #5 demandaba un proceso de elaboración a consciencia, Dustin Weaver no tuvo más remedio que tomar otras asignaciones como artista de apoyo en títulos como Uncanny X-Men y Astonishing X-Men.

Aún y cuando el plan original de la editorial era que los autores continuaran inmediatamente con S.H.I.E.L.D. #6 tras la finalización de Infinity, todas las circunstancias y cambios de prioridades enumeradas en los párrafos anteriores dieron al traste con esa intención. En la próxima reseña contaremos los problemas ocurridos desde finales de 2014 hasta el año 2018.

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