— figuras folclóricas de discusión pública; my own personal canon
Uno de mis pasatiempos favoritos durante un buen tiempo fue apreciar el arte de la animación japonesa. Durante espacios selectos entre los 80s, 90s y 00s fui asiduo telespectador de series de gran contenido y emoción, y entre mis favoritas se encuentran Mazinger Z, Astroboy, Samurai Pizza Cats, Saint Seiya, Dragon Quest, Neon Genesis Evangelion, Fushigi No Umi No Nadia, Golden Boy, Kare Kano, Rurouni Kenshin, Cowboy Bebop, Serial Experiments Lain, Vision of Escaflowne, Lupin the Third, Perfect Blue, Akira, Ghost in the Shell, Oniisama e y Cyborg 009.
Dentro de ese ciclo extraordinario de realizaciones resalta por encima de todas la enigmática, divertida, mesmerizante, trepidante y provocativa Shoujo Kakumei Utena (Revolutionary Girl Utena en inglés, El Anillo Mágico en países latinoamericanos), y que sin duda alguna es mi anime predilecto, un producto confeccionado a la medida de mis intereses por historias de gran contenido simbólico y épico, larger-than-life characters, set pieces monumentales, música incomparable, acción espectacular, sorpresivos giros en la trama y múltiples líneas de interpretación narrativa, así como también muchas niñas bonitas.
Utena Tenjou & Anthy Himemiya; arte por Shinya Hazegawa.
Concebido por el ahora legendario grupo creativo ‘Be-Papas’ y encabezado por el ilustre, excéntrico y sofisticado director japonés Kunihiko Ikuhara, Utena es presentado como un ambicioso proyecto multimedia en formato manga, anime, film, juego de video y en breves temporadas teatrales en el período que comprendió los años 1996 al 2000.
Es la serie de televisión la que sitúa a Utena dentro del radar de la cultura pop contemporánea y de la cual se desprenden sus demás vertientes, en donde cada una le ofrece al público una versión alternativa acerca del mismo arco argumental. Tuve la oportunidad de verla al poco tiempo de su transmisión original, exactamente entre los años 1997 y 98, gracias a oportunas proyecciones organizadas en mi universidad local, en una época donde el fansub – creación e intercambio de grabaciones de anime en formato VHS con doblaje y/o subtitulaje, hechas por fans para fans – era el medio por excelencia para descubrir a este interminable catálogo de la animación nipona.
Con una duración de 39 episodios, Utena marcó de inmediato un hito en el Japón de la época, con un controversial approach que se atrevió a las primeras de cambio a revertir el modelo “Disney” de la damisela/princesa en peligro, para convertir a su protagónico – la epónima Utena Tenjou – en un emblema de rebeldía al asumir el rol de “príncipe”, siendo su fuerte personalidad y distintivo look lo que la convirtió en favorita de todos.
A la usanza de everything-but-the-kitchen-sink de los surrealistas Luis Buñuel y Salvador Dalí, la tónica narrativa imbuyó a sus episodios de atmósferas tanto cándidas, misteriosas, abstractas, sobrecogedoras, perversas y sugerentes, cayendo paulatinamente en una espiral conspiratoria dentro de un vistoso colegio repleto de arquitectura modernista y leitmotifs Rennie Mackintosh-style, en donde se suscitan espectaculares, sobrenaturales, extrañas y épicas batallas en duelos de espadas al compás de un inspirado y memorable score musical, compuesto por el destacadísimo Shinkichi Mitzumune en los arreglos instrumentales, a la par de un estridente rock sinfónico de ambigüedad lírica, producto de la inventiva del reconocido director de teatro experimental y compositor J.A. Seazer.
Tras los primeros acordes y letra de su opening, la ultra-popular canción de J-Pop ‘Rinbu Revolution’ – que catapultó a la fama y reconocimiento mundial a su intérprete, Masami Okui – se revela la línea argumental y temáticas clave dentro de Utena, en donde la protagonista enarbola códigos inquebrantables e ideales heroicos que enriquecen su existencia, siendo la búsqueda insistente de la amistad incondicional y una actitud temeraria hacia la vida las herramientas fundamentales que la ayudan a sobrellevar y ‘revolucionar’ una realidad que le castiga, que es incierta y opresiva en todo momento. Su ending, titulado ‘Truth’ y bajo la voz de Luca Yumi – de breve carrera musical en los 90s – también revela ese deseo por convertir en un lugar mejor a un mundo moderno que está lleno de mentiras, además de dejar atrás una vida sumida en el recuerdo. Maki Kamiya trae a la mesa el peculiar trasfondo metafórico de la serie con el segundo ending de nombre ‘Virtual Star Hasseigaku’, una combinación inusual de ideas y palabras que refuerzan su naturaleza postmodernista.
Con un atractivo diseño de personajes concebido por la mangaka Shiho Saito – que se inspira sobremanera en el impactante porte, tradición histriónica y multifacético vestuario del teatro Takarazuka japonés, y que rinde además un notable homenaje a la consagrada autora sh?jo Riyoko Ikeda – y estilizado magistralmente para la televisión por el ilustrador Shinya Hazegawa, Utena destaca por encima del anime de su género, estableciendo su propio estilo y cautivando la mirada desde el primer instante.
El arte dentro de esta saga expresa efusivamente la inolvidable experiencia (aunque efímera e irrepetible al fin) de la juventud, con una notable belleza en el trazo de la figura humana y contrastando de forma inteligente ese aparente idilio entre la aventura, el descubrimiento y el amor con situaciones sumamente tétricas que resquebrajan dicho semblante optimista, además de elementos narrativos propios de la escuela surrealista que proveen un sinnúmero de situaciones inusuales pero que por ningún motivo se apropian del corazón emocional de la trama, sino que al contrario lo fortalecen para llevarlo a un escaparate distinto.
Ikuhara es un auteur de culto cuyo output analiza a la adolescencia a través de múltiples vértices, muchas veces en tonos autobiográficos como lo ha dicho en diversas entrevistas a lo largo de los años, plasmando en su trabajo exquisitos character arcs en los que sus personajes son dueños de un alma atormentada por experiencias amorosas y personales que son trágicas, siendo capaz de transmitir a su público un espectro variado de emociones que son absolutas, además de poseer un talento inigualable para alimentar a sus obras de contenidos audiovisuales tanto populistas como para audiencias de nicho. Utena retrata de manera elocuente, sentida, bizarra y extrema un amplio prisma de estados de ánimo en conflicto, producto tanto de la memoria, el homoerotismo, la aceptación personal, la infancia gris, la pasión y el egoísmo. Es a través de material suplementario y publicado con el transcurrir de los años que la misma estructura de la serie discute, deconstruye y revela esta pléyade de sentimientos y conductas.
En la llamada ‘Saga del Consejo Estudiantil’ (Episodios 1 al 13), Utena es inducida a la prestigiosa Academia Ohtori, situada en un punto indeterminado del mundo, y quizás del tiempo, en donde habita una especie de conformismo que es hipnótico, subliminal, además de atmósferas llenas de añoranza, locura disparatada y umbrales oníricos que transpiran entre sus recovecos. A medida que el espíritu rampante, la curiosidad y el sentido de lo correcto de esta heroína la llevan a inmiscuirse con los miembros del campus y sus historias personales, nos damos cuenta de que detrás de esta aparente zona de confort se esconden un sofocante trauma y oscuridad que amenazan con engullirlos a todos.
Utena conoce a la tímida Anthy Himemiya, una joven cuya “propiedad” se disputan los peculiares miembros del Consejo Estudiantil: Touga Kiryuu, Saionji Kyoichi, Miki Kaoru, Juri Arisugawa, Nanami Kiryuu y Ruka Tsuchiya. Conocida por ellos como la ‘Novia de Rosas’, Anthy es el premio a ganar a través de encarnizados duelos, en los que se combate por poseerla y con ello recibir el ‘poder para revolucionar al mundo’, una alegoría que se traduce en cumplir el anhelo más preciado. Utena, decidida a ponerle fin a este juego macabro, entabla combates que simbolizan conceptos universales: la amistad, el libre albedrío, la razón, el amor, la adoración, la convicción y el ser uno mismo.
La historia continúa con la ‘Saga de las Rosas Negras’ (Ep. 14-23), en donde Ikuhara y su equipo creativo amplían el sentido de asombro y agigantan esta aura de sorpresa y novedad, al darle un gran énfasis al reparto de apoyo quienes también son arrastrados hacia Utena para apropiarse, quizás, de lo que ella representa, de ese ‘poder’ que es latente y que se alimenta cada día gracias a su amistad con la enigmática y sumisa Himemiya, una joven de alma vacía que forma parte esencial de una conspiración que se gesta desde las sombras. En la mira del misterioso Souji Mikage del Seminario de la Rosa Negra, este villano ha tentado el corazón de todos con el fin de poner a Anthy en peligro mortal. Utena deberá defenderla de nuevo pero, ¿son Mikage y sus seguidores seres malintencionados, o trágicos peones en un plan maquiavélico? De nueva cuenta, varias ideas permean y se ponen de manifiesto en el script: la alienación, la fijación, los celos, la impaciencia, los tabúes, la dependencia y la consciencia.
En la ‘Saga de Akio’ (Ep. 24-33), esta emisión televisiva alcanza un ápex que consolida su lugar permanente entre los mejores animes de todos los tiempos. Utena conoce al cautivador hermano de Anthy, Akio Ohtori, y no podrá resistirse a sus encantos. ¿Será tiempo de que ella deje atrás su papel de príncipe y abra su corazón a un romance? ¿Se lo permitirá el Consejo Estudiantil, que vuelve a ser seducido por la promesa de un ‘algo’ que es perpetuo y capaz de conceder milagros? La tentación nubla el juicio de todos, poniendo en riesgo sus relaciones interpersonales.
La recta final, conocida como la ‘Saga del Fin del Mundo’ (Ep. 34-39), deja a Utena y a Anthy en una encrucijada que amenaza con destruir su amistad. La naturaleza divina del poder para revolucionar al mundo es esclarecida, así como también los secretos detrás de la Academia y los duelos por la Novia de Rosas. El combate definitivo nos dejará con un desenlace inesperado y agridulce, y que para los fans fue sumamente espectacular, dramático, célebre, controversial y aplaudido a más no poder.
Poseedora de una distintiva estética visual, Utena se coloca en el pedestal de los clásicos, y que con el transcurrir de cada entrega evoluciona y deja ver a través de provocativas y perturbadoras secuencias que sus protagonistas sufren de pathos severos que los arrastran a la remembranza, a una nociva nostalgia por retener ese recuerdo que para ellos es eterno y desean preservar en ámbar, en lugar de aprender y desprenderse de él para afrontar el futuro.
Tristemente para todos ellos, su objetivo se traza en obtener el ‘poder de la revolución’ para hacer realidad ese mundo hermético embebido en su memoria – siendo el hilo conductor que lleva a los personajes a enfrentarse unos con otros – sin considerar la alternativa de usarlo para encontrar una salida, una decisión de trascendencia que supere esas barreras autoimpuestas, y así emprender una nueva búsqueda de lo que definirá sus vidas, dejando atrás ese pasado que se aferra a sus almas, aunque les invada un miedo terrible el sólo pensar en ello.
Todo este subtexto es desarrollado con sapiencia por el guionista Youji Enokido, quien fue capaz de dotar a la puesta en escena de reflexiones y caracterizaciones excepcionales, atinada metáfora y momentos offbeat con efectiva comedia romántica y de situación, confeccionando a un ensamble – tanto principal como secundario – de gran presencia, longevidad e importancia.
Sin embargo, todo este esfuerzo no sería el mismo sin la esencial contribución del reparto vocal que le dio vida, fondo y forma a este gran elenco, con Tomoko Kawakami (lamentablemente fallecida en 2011, víctima de cáncer) en su rol definitivo como seiyuu (artista de doblaje) con Utena Tenjou, proveyéndole una fuerza, profundidad, carisma y encanto descomunal. El tándem formado con Yuriko Fuchizaki – quien transmitió de manera palpable la solemnidad, fragilidad y la contrastante pero sutil malicia de Anthy – fue sin lugar a dudas inmejorable.
El elemento más significativo para muchos de los fans fue la banda sonora que acompañó a este anime, tanto en su música incidental como en las piezas de fusión rock-orquestal que engalanaron y fueron insignia de los inolvidables duelos entre Utena y sus enemigos. Arreglos evocativos como ‘Hikari Sasu Niwa/Sunlit Garden’, ‘Shi no Aphrodite’, ‘Mienai Bara’, ‘Eien no Himitsu’ y ‘Tsumi no Kajitsu’, divertidos como ‘Gakuen no Scarlet’, ‘Sono Kanojo no Higeki’, ‘Butou no Eros’, ‘Hitotoki no Jouryuu’, ‘Houkago no Shoujo-tachi’ y ‘Kashira-Seijin’, trepidantes como ‘Passionate’, ‘Kettousha-tachi’, ‘Jikai Yokoku’ y ‘Shi no Butou’, enigmáticos como ‘Densetsu – Kami no Na wa Abraxas’, ‘Dios he no Inori’, ‘Kokuhaku Shoukoushitsu ~ Kuusou no Warui Mushi’, y definitivos como ‘Zettai Unmei Mokushiroku’, ‘Dona Dona’, ‘Nemuro Kinenkan’, ‘Akio Car’, ‘Rose & Release’ y ‘Toki Ni Ai Wa’ conforman un destacado acervo de gran vigencia hasta el día de hoy.
Muestras representativas del fluido arte de Shito Saito en Utena; click to enlarge.
El manga, escrito e ilustrado por Shiho Saito – publicado en formato serializado en la reconocida revista de antologías Ciao entre 1996 y 97, y posteriormente compilado en 5 volúmenes individuales – condensa el arco argumental centrándolo en el Consejo Estudiantil y su relación con Utena, manteniendo una estructura similar al anime pero dando énfasis en elementos del género de romance juvenil y pasional, reemplazando símbolos por fantasía visual y sensualidad en destacadas secuencias que dejan ver su gran talento en el detalle, trazos de línea fina que nos dejan boquiabiertos, además de una expresión corporal más realizada y naturalista, beneficiándose con las ventajas que ofrece la narrativa gráfica del comic.
Esta inolvidable saga se ve enriquecida con estas variadas interpretaciones. En el videojuego creado para la extinta consola de Sega Saturn – y de nombre Shojo Kakumei Utena: Itsuka Kakumeisareru Monogatari – sucede lo mismo, ahora bajo la plantilla del Role Playing Game la cual le ofrece al público una experiencia inclusiva en este mundo virtual de Utena, interactuando con su reparto tradicional y personajes nuevos, tales como la implacable Chigusa Sanjouin, una mujer de armas tomar.
El film, titulado Shoujo Kakumei Utena: Adolescense Mokushiroku, establece un radicalismo en imágenes y caracterizaciones que pone un punto y aparte con cualquier otra adaptación de un anime al séptimo arte. El nivel de abstracción en el argumento le provee de una gran originalidad, una amplia carga erótica y de misticismo sin igual y de la cual se beneficia enormemente, con un edge y un oomph tanto controversial como provocativo y de una firme intención para demoler ese arquetipo ‘Disney’ de la feminidad a como dé lugar.
Las obras de teatro acercan notablemente a Utena con sus raíces provenientes del teatro femenil Takarasuka Revue. La primera de ellas, de nombre Comedie Musicale Utena, La Fillette Révolutionnaire, fue dirigida por Mitsuya Yuuji en 1997 y sigue verbatim a la ‘Saga del Consejo Estudiantil’, donde se destacan piezas musicales cantadas por parte del elenco – en especial la cantante de J-Pop Takahashi Miyoko “kaNNa”, activa durante la década de los 90s – y de la cual se puede encontrar pietaje en YouTube
La segunda adaptación, de nombre Revolutionary Girl Utena: Hell Rebirth Apocalypse – Advent of the Nirvanic Beauty (LOL!) fue producida por Ikuhara en 1999, bajo la dirección de Ei Takatori, y estuvo repleta de disparatadas tangentes a la trama original – un bizarro mashup entre los mitos del politeísmo egipcio, el género de zombies y la saga de Utena –además de ser una experiencia interactiva con el público asistente. Una breve reseña se puede encontrar aquí
La tercera y última puesta en escena (Revolutionary Girl Utena – Choros Imaginary Living Body) regresa al esquema tradicional de Utena y Anthy vs. el Consejo Estudiantil, y fue producida por la consolidada compañía teatral de Fantasy Adventure en otoño del año 2000, siendo ésta la representación no. 29 de su historia. De ella se conservan algunas fotos y el diario de la producción en su página oficial
De esta manera y siendo contra-intuitiva y poderosa, Utena es una experiencia alegórica sin precedentes en el mundo de la animación japonesa. Un tour de force psicológico de amplio alcance, épico y de gran franqueza en la presentación de imágenes, símbolos, caracterizaciones e ideas que en el fondo esconden un mensaje inspirador para enaltecer en nosotros un instinto de superación ante la adversidad, así como emociones positivas y anhelos fundamentales para lograr la vida en plenitud.
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FICHA TÉCNICA
Creado por ‘Be-Papas’: Kunihiko Ikuhara (Dirección), Youji Enokido (libreto), Shiho Saito (diseño conceptual), Shinya Hasegawa (animación y diseño de personajes) y Yuichiro Oguro (Planeación).
Reparto vocal por Tomoko Kawakami (Utena), Yuriko Fuchizaki (Anthy Himemiya), Takehito Koyasu (Touga Kiryuu), J?r?ta Kosugi (Akio Ohtori), Aya Hisakawa (Miki Kaoru), Kotono Mitsuichi (Juri Arisugawa), Nozomu Sasaki (Ruka Tsuchiya), Hikaru Midorikawa (Mikage Souji), Hiro Yuki (Dios), Noriko Hidaka (Tokiko Chida), Kumiko Nishihara (Shiori Takatsuki), Ai Orikasa (Kanae Ohtori), Chieko Honda (Kozue Kaoru), Akiko Yajima (Mitsuru Tsuwabuki), Yuri Shiratori (Nanami Kiryuu), Akira Nakagawa (Keiko Sonoda), Takeshi Kusao (Saionji Kyoichi), Yuka Imai (Wakaba Shinohara), Maria Kawamura (Mamiya Chida, A-Ko), Ryotaro Okiayu (Tatsuya Kasami), Chinami Nishimura (Mari Hozumi), Hiroyuki Yoshino (Tanaka Mamoru), Yoko Soumi (Sra. Ohtori), Naoko Takano (Aiko Wakiya), Emi Motoi (Yuko Oose), Satomi Koorogi (Chu-Chu, B-Ko), Kumiko Watanabe (C-Ko).
Dirección de arte por Shichiro Kobayashi; asistencia por Shingo Kaneko.
Asistencia de Dirección por Tohru Takahashi.
Asistencia de Diseño por Hiroshi Nagahama.
Asistencia en guión por Noboru Higa.
Storyboards por Hiroshi Nishikiori, Katsuyo Hashimoto y Jugo Kazayama.
Fotografía, animación y efectos digitales por Japan Creative Staff.
Contribución musical por Shinkichi Mitsumune y Takaaki Terahara “J.A. Seazer”.
Coros provistos por Maki Kamiya, Suginami Jidou Gasshodan, Tokyo Konsei Gasshodan y Engeki Jikkenshitsu ‘Banyu Inryoku’.
Canciones por Masami Okui, Luca Yumi y Maki Kamiya.
Soundtrack en 9 ediciones en formato Compact Disc; compilación por KING Records Co., Ltd.:
Vol. 1: Zettai Shinka Kakumei Zenya; Julio 24, 1997.
Vol. 2: Virtual Star Hasseigaku; Noviembre 6, 1997.
Vol. 3: Tainai Tokei Toshi Oruroi; Enero 1, 1998.
Vol. 4: J.A.Seazer Original Gasshoukyokushuu Tenchi Souzou Sunawachi Hikari; Febrero 4, 1998.
Vol. 5: Engage Toi a Mes Contes (Saa, Watashi to Engage Shite…); doble CD, Abril 3, 1998.
Vol. 6: Reincarnation Nirvanienne de la belle-mon Andromede (Boku no Androgynous); Abril 23, 1999.
Vol. 7: Bara Tamago Sosei Roku SOFIA – Chuusei yo Yomigaere! – Utinam Reviviscat Medium Aevum!; Junio 25, 1999.
Vol. 8: Adolescence Mokushiroku (banda sonora de la película); Agosto 14, 1999.
Shoujo Kakumei Utena: Complete CD Box Set (10 CDs en edición de aniversario); Agosto 27, 2008.
Manga publicado mensualmente por la revista Ciao, y editado por Shogakukan (1996-97).
Anime transmitido por TV Tokyo (Abril – Diciembre 1997).
Film estrenado el 14 de agosto de1999 bajo el nombre de Sh?jo Kakumei Utena: Adolescense Mokushiroku.
Videojuego publicado por Sega (1998) bajo el nombre de Sh?jo Kakumei Utena: Itsuka Kakumeisareru Monogatari.
Obras teatrales:
Comedie Musicale Utena, La Fillette Révolutionnaire (Diciembre 17-29, 1997).
Revolutionary Girl Utena: Hell Rebirth Apocalypse – Advent of the Nirvanic Beauty (Mayo 26 – Junio 1, 1999).
Revolutionary Girl Utena – Choros Imaginary Living Body (Septiembre 30 – Octubre 1, 2000).
