(500) Days of Summer | Estados Unidos, 2009
Dirigida por Marc Webb
Libreto cinematográfico por Scott Neustadter y Michael H. Weber
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel y Richard McGonagle (narrador)
Cinematografía por Eric Steelberg
Musicalización por Mychael Danna y Rob Simonsen
Edición por Alan Edward Bell
Producida por Mason Novick, Jessica Tuchinsky, Mark Waters y Steven J. Wolfe
Distribuida por Fox Searchlight Pictures
La verdad sea dicha, detesto la comedia romántica. Si hay que hacer un checklist de los porqués, aquí vamos:
La fórmula trillada ad nauseum, carente de riesgo. “El chico se queda con la chica, no importa cómo”. La manipulación desvergonzada de lo sentimental. La comedia y el romance como algo irreal. Situaciones que no son un espejo de lo que vivimos, sino de lo que deseamos. Escapismo puro. Salir de la sala sin una experiencia que nos haya sacudido. Un placebo que pretende reemplazar lo que verdaderamente sentimos. Sin un contraste inteligente entre lo feliz, lo doloroso y lo incierto de nuestras vidas
This is not a love story. This is a story about love.
La aparición en cartelera de (500) Days of Summer representó un bálsamo que inauguró una nueva faceta para la comedia romántica en búsqueda de la excelencia; autoconsciente de las complejidades de una sociedad multifacética y multicultural y que se retroalimenta de lo que nos importa: la felicidad, la incertidumbre y el dolor que aderezan a las relaciones sentimentales entre los seres humanos. La cinta es libre de artificios y engaños de otras épocas, y es renuente a aceptar que la vida amorosa será siempre una aventura bajo un “aroma de rosas”. De esta manera el Séptimo Arte descubrió una veta narrativa que le permitió la deconstrucción de los moldes de antaño, reemplazando todo tipo de excesos. Este grado de madurez en el storytelling permeó en la manera de hacer crítica al género del Rom-Com, y los reviews contemporáneos poco a poco se volvieron más exigentes con estas producciones cinematográficas, para despertar en ellas un sentido de ambición más allá del box office.
Con una dirección y screenwriting out-of-the-box, la cinta nos atrapa por su crudeza y outlook introspectivo, con personajes de matices variados y provocativos, cuyas ilusiones y desencantos atraviesan trayectorias que son tanto contrarias como paralelas, y que los llevan a extremos depresivos e irracionales respecto al amor verdadero y sus perspectivas de vida a corto y largo plazo.
“(500) Days of Summer es un drama para los hombres y una comedia para las mujeres.”
— Jorge Luna Kuhn.
Joseph Gordon-Levitt, como el protagonista Tom Hansen, rompe el molde del galán al hacerlo vulnerable, imperfecto y no el mejor partido para la enigmática y elusiva Summer Finn. Es la convicción propia de Tom por creer serlo que nos hace vernos a nosotros mismos en dicha situación, donde tenemos la razón y ellas no, cuando en realidad fuimos uno más en este juego veleidoso del corazón. La narrativa no-lineal y las precisas pausas que nos permiten digerir a sus preocupaciones son la estocada maestra para un director en total control de su puesta en escena. Un personaje como pocos.
Zooey Deschanel, como Summer, es el ideal amoroso. Pero lejos estamos de descubrir que, diablos, ella está en una fase distinta a la de nosotros; en un timing diferente en donde no importa que haya una sincronía perfecta entre gustos, opiniones y visión del mundo. Solo somos parte de una fase pasajera que dejará atrás (y a nosotros también) cuando menos lo esperemos.
Es la realización (y aceptación) de ese destino la que eleva a la película a alturas insospechadas. Nuestra ilusión se desmorona para dejarnos verdades crueles, pero necesarias y vitales para seguir adelante. Tom puede tener razón. Summer puede tener razón. Y eso es parte del encanto de esta historia contemporánea de boy-loves-girl, girl-loves-life: es compleja, repleta de sorpresas, difícil, dramática, espontánea, irreverente, existencial, irresoluta, animosa, contradictoria, optimista y Real.
Y por ello, tiene nuestra gratitud infinita.