El Arte requiere Tiempo

Cuando las cosas que te gustan no suelen volver.

“TO BE CLEAR THESE SCREENPLAYS ARE WRITTEN, DONE. EACH OF THEM TOOK MONTHS OR YEARS OF MY LIFE. MEETINGS, SYNOPSIS, BEAT SHEETS AND WERE ALL WRITTEN, FEATURES—90-130 PAGES EACH…”

Esta cita es del cineasta Guillermo del Toro, al recordar en Twitter a sus obras inconclusas, que han sido muchas. El énfasis en mayúsculas es mío porque me recuerda exactamente esa sensación al ver, leer y disfrutar muchas obras durante mucho tiempo y que lamentablemente se descarrilaron, se quedaron a medio camino o en el tintero, o que te enteras de ellas a través de entrevistas, comunicados de prensa, leyendas urbanas o retrospectivas que te topas por Internet.

El geek mexicano contemporáneo nació de la televisión, y series animadas sin concluir como Saint Seiya (“Hades” llegó 10 años después de su última emisión), Dungeons & Dragons y Captain Tsubasa (ambas sin un final editado y con un anecdotario colosal) fueron ejemplos significativos. Los brincos en continuidad para los comics de Marvel y DC publicados en México—por Editorial La Prensa (1963-1973), Editorial OEPISA (1974-1979), Novedades Editores (1980-1994), Editorial Vid (1994-1995), Marvel México (1995-1998), nuevamente por Editorial Vid (1998-2005) y en la actualidad por Editorial Televisa/SMASH (desde 2005)—dejaron en vilo a generaciones enteras de lectores. La cambiante barra de programación de Televisa y TV Azteca crearon traumas para toda una vida.

Mi primera gran decepción fue la cancelación de GAMBIT en el año 2000, un comic de Marvel y hecho por Fabián Nicieza (héroe personal) en el guión. Estaba realmente enganchado a la trama, a los personajes y a los dramas del protagonista. Quizás no haya existido un spinoff tan grandioso de los X-Men como éste. También recuerdo que en Flash #142, Mark Waid dejó una cajita diminuta en la casa de Wally West con una nota de “URGENT!” y que nunca más se supo de ella. El controversial “Battle Chasers” de Joe Madureira fue el primer gran comic “perdido” de mi generación, y “Automatic Kafka” de Joe Casey lo podemos catalogar de “incomprendido”.

El anime de Karekano implotó en la segunda mitad de la serie—según los expertos por la salida de Hideaki Anno de Gainax—convirtiéndose en algo completamente distinto a lo que había encantado a su público. BLACK HORSES de Warren Ellis y John Paul Leon (!) nunca pasó del press release en el ya lejano 1999.

Tarantino no se decide todavía a terminar KILL BILL. Daredevil/Bullseye: The Target sigue manchando de infamia a la carrera en los comics de Kevin Smith. Nicieza tenía planes hasta Thunderbolts #100 antes de su cancelación en el tomo #75, y su brillante comic de HAWKEYE no sobrevivió a las bajas ventas tras publicarse el #8. El propio Guillermo del Toro nunca pudo hacer despegar a HELLBOY 3. Seguimos esperando a SEAGUY ETERNAL y COSMIC ADVENTURES OF SEAGUY de Morrison, y sus WILDCATS y AUTHORITY no llegaron ni al tomo 3. Neil Gaiman y Mark Buckingham siguen sentados sobre Miracleman, sin tomos nuevos desde 1994 (!!).

“CASTLEVANIA: NO IDEA. I WROTE IT, THEY GET TO DO WHAT THEY WANT, WHENEVER THEY WANT, MY PART IS OVER.”
— WARREN ELLIS, NOVIEMBRE 5, 2009. FUERON TRAS 8 AÑOS EN TURNAROUND QUE ESTA ADAPTACIÓN VIO FINALMENTE LA LUZ A TRAVÉS DE NETFLIX.

NEXTWAVE no pasó del número 12. BIG NUMBERS de Alan Moore es el mejor comic que nunca fue, y su “Twilight of the Superheroes” sigue siendo una sensación de Internet. Del NAPOLEON de Kubrick solo existe un libro póstumo que explora este “proyecto soñado” del auteur británico. La novela LISTENER de Ellis se perdió al borrarse un disco duro. Chris Cunningham iba a dirigir NEUROMANCER, y todavía queremos ver el Twilight Watch de Timur Bekmambetov.

S.H.I.E.L.D. de Hickman y Weaver tardó ocho años en concluir. Entre “Inferno” y “The Mother of Tears” pasaron 27 años. DC censuró al Swamp Thing de Rick Veitch, al Authority de Millar y le cortó las piernas al Batwoman de Williams y Haden Blackman. De JODOROWSKY’S DUNE solo tenemos un (extraordinario) documental. La conclusión de TWIN PEAKS llegó 25 años después. La serie de TV de FLASH no pasó de la primera temporada en 1990. A nadie le gustó la conclusión de LOST, nunca tendremos a GHOSTBUSTERS 3, y The Other Side of the Wind se estrenó en Netflix tras casi 4 décadas en el limbo.

Lo dicho: años y meses inciertos como la vida misma, pero que valen completamente la pena.

El Arte requiere Tiempo.

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