Crimes of the Future

Esta cinta es una perturbadora visión del futuro del hombre ante la ausencia del sexo opuesto y representa para David Cronenberg una apuesta más por demostrar un dominio de estilo y agenda temática desde los comienzos de su carrera.

Crimes of the Future | Canadá, 1970
Escrita y dirigida por David Cronenberg
Narrada por Ronald Mlodzik
Reparto: Ronald Mlodzik, Jon Lidolt, Tania Zolty, Jack Messinger y Paul Mulholland
Cinematografía, edición de sonido y montaje por Cronenberg
Presentada por Emergent Films
Distribuida por New Cinema Enterprises

Completamente distante y estéril como su magnífica puesta en escena, Crimes of the Future es David Cronenberg en un estado de fuga, disparando conceptos sobre la pantalla grande a través de estrafalarios, excéntricos y perturbadores personajes que destilan sus obsesiones con la anatomía en un hipotético proceso de transición y en configuraciones fuera de la norma, así como la adaptación del hombre ante un escenario donde la feminidad (y la ausencia de la misma) detona situaciones que ponen en perspectiva su lugar en el mundo y su comportamiento.

La cinta narra la travesía científica de Adrian Tripod (Ronald Mlodzik), un dermatólogo quien pondera el estado de un mundo en el futuro, abatido por una catástrofe que ha orillado al sexo masculino a un proceso de introspección y renovación a niveles insospechados que para muchos podrían rayar en la depravación y la pérdida absoluta de su rumbo.

La cinta es una compañera inseparable de su opera prima, Stereo (1969) y ambas consolidan un esfuerzo por demostrar una madurez para el entonces novel cineasta, quien sorprende con un atinado control sobre la ambientación e iluminación de sus sets, creando atmósferas que crispan nuestros sentidos, amplificado gracias a una desconcertante edición de sonido que combina tanto una monótona narración alrededor de ruidos de tipo industrial, así como también una estremecedora emulación de tonos emitidos por especies del reino animal, y con ello reforzar la naturaleza mercurial de los personajes — tanto a nivel conductual, moral y su discernimiento pseudo-científico — para adaptarse a la distopia que los envuelve, donde la figura de la mujer, como es costumbre en los films de Cronenberg, es un completo cypher que despierta reflexiones y acciones concretas, ya sea de repudio, deseo, dependencia y añoranza.

Una rareza para público de amplio criterio, y una asignatura obligatoria para los seguidores de este talentoso y controversial realizador.

Previous post Amplio Criterio
Next post The Raid: Redemption